En ocasiones cuando nos toca leer en público suelen atacarnos los nervios y nuestras capacidades lectoras son puestas a prueba. Algunas personas simplemente evitan leer en público y evaden cualquier tipo de actividad o circunstancia que impliquen hacerlo. Pero ¿qué pasa cuando las limitaciones lectoras influyen negativamente en tus estudios, vida social o incluso empleo?
Sin duda, leer en público es un arte que necesariamente debe desarrollarse y entrenarse. Los expertos recomiendan y coinciden en que el hábito de lectura conlleva a ampliar nuestras capacidades lectoras como el incremento del vocabulario, la perfección de la ortografía, y la que es objeto del presente artículo: la capacidad de leer en público.
No obstante, para leer en público te hará falta mucho más que tener el hábito de lectura mental y para ello te traemos la primera parte de una serie de consejos que te ayudaran a mejorar las capacidades de lectura en público. En particular hablaremos de la lectura precisa.
¿Qué es la lectura precisa?
La lectura precisa consiste en leer en voz alta exactamente lo que está escrito: en este tipo de lectura no se pueden omitir palabras ni letras, tampoco cambiar un término por otro; las palabras deben pronunciarse correctamente, teniendo en cuenta los signos de puntuación y los acentos gráficos. La importancia de este tipo de lectura radica en que leer con esmero y corrección es un factor fundamental para transmitir los contenidos con la misma exactitud con la que están escritos.
Para realizar este tipo de lectura es necesario que te esfuerces por leer exactamente lo que está escrito, sin saltarte palabras ni letras, ni confundir términos parecidos. Para ello es necesario que primero entiendas el contexto, lo cual exige una cuidadosa preparación. Conforme vayas desarrollando la habilidad de mirar hacia adelante y seguir el hilo de las ideas, lograrás leer con mayor precisión.
Consejos para leer con precisión
- Practica una y otra vez en voz alta.
- Pide a alguien que te escuche y te indique los errores que cometas.
- Oblígate a leer con esmero en tu estudio personal.
- En lugar de leer las palabras una por una, aprende a agruparlas.
Uso adecuado de las pausas
Un aspecto importante de la lectura precisa es hacer uso adecuado de las pausas, es decir, realizar interrupciones de duración variable en puntos convenientes de la lectura. A veces consiste tan solo en suspender momentáneamente la voz. Las pausas son adecuadas si cumplen una función útil y es fundamental para la buena comprensión del lenguaje hablado, además que sirve para resaltar los puntos principales.
Es importante que incorpores silencios oportunos al hablar, bien sea que estés pronunciando un discurso o simplemente cuando hablas con alguien. Sin ellos, quizá no se capte tu mensaje y parezca que hablas de forma atropellada y confusa. De hecho, el uso adecuado de las pausas otorga claridad al enunciado. También te permite enfatizar los puntos principales, de modo que llegue efectivamente hacia tu audiencia.
Los elementos que te permitirán decidir cuándo y cuánto debe durar una pausa es la puntuación. Ésta, se usa (entre otras cosas), para señalar el fin de la oración y, en algunos idiomas, para delimitar las citas. Algunos signos de puntuación indican cómo se conectan las diferentes partes de la oración.
Cuando lees para ti mismo, sólo debes ver tales signos, pero cuando lees para un público, tu voz debe transmitir el significado que le da la puntuación en el texto. Si al leer no haces las pausas que requiere la puntuación, dificultará la comprensión del texto e incluso puede que distorsiones su sentido. Para determinar dónde situar las pausas hay que tener en cuenta, aparte de la puntuación, el modo como se expresan las ideas en la oración.
Entonces, si además de preparar bien tu lectura, empleas con acierto las pausas, tu forma de expresarte será más agradable y clara. Cuando te estés preparando para leer en público, podría resultarte útil hacer ciertas marcas en el texto impreso trazando, por ejemplo, una pequeña línea vertical donde debas realizar una pausa breve, y dos líneas verticales contiguas donde la pausa deba ser más larga.
Existen otros tipos de pausas diferentes a las otorgadas por la puntuación:
Pausas de transición: al pasar de un punto principal al siguiente, una breve interrupción dará al auditorio la oportunidad de reflexionar en lo dicho, asimilarlo, captar el cambio de dirección y entender el siguiente punto con mayor claridad. Hacer una pausa entre dos ideas es tan importante como aflojar el paso al doblar la esquina para pasar de una calle a otra.
En el caso de la lectura pública, puedes hacer marcas en los lugares donde se produce el cambio de una idea central a otra. Las pausas de transición deberás hacerlas, por regla general, más prolongadas que las relacionadas con la puntuación, pero no tanto porque la lectura puede volverse tediosa. Si las haces demasiado largas, dará la impresión de que no te has preparado bien y no sabes cómo continuar.
Pausas que comunican énfasis: Los silencios que preceden o siguen a una afirmación o pregunta pronunciada con mayor intensidad sirven para dar énfasis, frecuentemente de forma impresionante. También le brindan al público la oportunidad de reflexionar en lo que se acaba de decir, o bien crean expectación por lo que sigue. Por ello, primero debes establecer cuál de los dos efectos deseas lograr. Debes tener presente que tales pausas deben limitarse a las afirmaciones de verdadera importancia; de lo contrario, estas últimas perderán su valor.
Consejos para leer bien las pausas
- Al leer en voz alta, fíjate bien en la puntuación.
- Escucha con atención a los buenos oradores y observa dónde sitúan las pausas y cuánto duran estas.
- Cuando digas algo que desees que se recuerde, haz una pausa para que el mensaje llegue efectivamente a tu audiencia.
¿Necesitas un profesional que te ayude a adquirir técnicas de lectura en público? En Expertos-Perú podrás encontrar a los mejores profesores de lectura y literatura. Sigue nuestro blog y encontrarás más contenidos que te servirán para mejorarla.
